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17 sept 2014

Sacar un pie fuera de la manta, nos ayuda a dormir

Existen muchas formas de dormir. Suele decirse que va según personalidad, pero un reciente estudio nos ha aportado un dato verdaderamente curioso con el que tal vez, te sientas identificado. ¿Eres de los que suele conciliar el sueño sacando una pierna o un pie fuera de la sábana? Si es así te explicamos a qué se debe.


saca un pie fuera y consigue un descanso profundo

Natalie Dautovich es profesora de psicología en la Universidad de Alabama. Su especialidad es el campo del sueño, de ahí que decidiera hacer un estudio a gran escala sobre la relación entre el sueño y la temperatura. Los datos obtenidos, por si deseas contrastarlos, están publicados en el blog de Sciencie of Us.
¿Y qué es lo que nos explica la doctora Natalie? Sencillo, seguro que lo has notado alguna vez: Cuando nos quedamos dormidos nuestra temperatura corporal puede subir si nos tapamos demasiado, y son precisamente los pies y las manos las partes del cuerpo que nos ayudan a expulsar el calor.
Lo más curioso es que este estudio nos demuestra que son miles las personas que, cuando van a la cama, tienen la costumbre de meterse calentitos debajo de las mantas o su mullido nórdico, dejando casualmente uno de sus pies fuera de la cama para que esté fresquito. Nos decimos a nosotros mismos que así estamos más cómodos, pero en realidad… tiene una base biológica. Se debe a algo…


El portavoz de la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos nos explica que cuando estamos profundamente dormidos, nuestra temperatura corporal baja al menos dos grados. En cambio si no conseguimos dormirnos o padecemos insomnio, la temperatura estará estable y no descenderá. Es cuando nos desesperamos, cuando contamos ovejas y cuando abrimos la televisión para ver los soporíferos programas de teletienda.
Por eso algunos científicos afirman que las temperaturas más frescas, solo un poco más frescas,  nos inducen somnolencia y pueden ayudarnos a conciliar el sueño de forma más rápida. Curioso ¿no es así? Además, según nos explican, el hecho de que nuestra palma de los pies y de las manos carezca de pelo, nos permite expulsar de modo más adecuado el calor.
Los pies son pues esos reguladores de temperatura corporal que hacen que, en un momento dado, y cuando más lo necesitamos, equilibra el calor haciéndolo bajar del modo más acertado posible para que nos entre ese sueñecito agradable. Esa pesadez en los ojos y esa tranquilidad y regularidad en nuestra respiración, idónea para propiciarnos el más dulce de los sueños.
Así que no lo dudes, cuando te metas en la cama…¡saca un pie fuera! ¿Tienes algún truco más para dormir fácilmente?.
                      ¿Qué opinas? Deja un comentario.

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